domingo, 8 de abril de 2012

Sueños zombi

He tenido muy abandonado el blog, lo lamento mucho.
Las ganas de escribir siempre están ahí, pero el tiempo del que dispongo no suele ser suficiente.

En fin...

Hoy me quedé dormida y soñé. No es muy frecuente que los sueños lleguen, pero hoy tuve uno.
Soñé con zombis, es el tercer sueño que tengo.
Supongo que las veces anteriores esos seres invadieron mi mente porque había estado leyendo algún libro sobre el género, pero esta vez no. El libro que leo no tiene nada que ver con zombis, sin embargo, parece que mi amor por esos cadáveres ambulantes, es tan grande que no me dejan tranquila.



La primera vez que soñé con zombis fué genial, porque yo en mi sueño era una mujer valiente.
Sí, una mujer como esas actrices que salen en las series de televisión que se vuelven rudas y acaban con lo que las amenaza y defienden a las personas que quieren.
Y yo, en el sueño acababa con los zombis, con un hacha les cortaba la cabeza, los brazos, no me daba miedo y eso era genial, asi que disfruté del sueño.

La segunda vez no fué para nada agradable.
El lugar donde vivo es un pueblo (bueno ya no es tanto como un pueblo) que se encuentra en una zona alta, pero al mismo tiempo queda en medio de montañas porque alrededor hay zonas más altas.

Mi sueño comienza de noche. En las calles no hay luz alguna, todos los postes estan apagados y la gente corre y grita desesperada.
Yo me encuentro con varios integrantes de mi familia, en una calle principal. Estamos asustados y sin saber qué hacer, solo miramos a los demás que al igual que nosotros no saben si quedarse, entrar a sus  casas o correr calle abajo alejándose de la amenaza que cada vez está más cerca.
Estamos aterrados mirando que no nos percatamos de que ha llegado uno más de nuestra familia que nos hace reaccionar. Esta persona nos hace mirar calle arriba y se ve esa horribe masa de gente muerta, caminando, algunos arrastrándose, estirando las manos para atrapar a su presa y mostrando los dientes, señal de que tienen hambre.

Al momento siguiente, todos corremos a buscar refugio en una de las casas de mis tíos. Entramos corriendo, algunas personas nos siguen y tambien entran a la casa. Estamos tan asustados que incluso no queremos respirar, pues sentimos que si lo hacemos aquellos seres nos descubrirán.
Afuera se escucha que la gente corre y los gritos de aquellos que no lograron escapar y han terminado devorados.
Todos nos quedamos amontonados tras la puerta, en el patio. Dejamos que la noche pase, nadie puede dormir, solo queremos que amanezca para poder salir de ahí.

Cuando sale el sol, ya no se escucha nada en las calles. Abrimos la puerta, sigilosamente nos asomamos y al ver las calles vacias decidimos salir.
Nadie lleva nada, no hubo tiempo para hacer una maleta y llevar comida.

Comenzamos a caminar calle arriba donde pensamos que ya no habrá zombis, y conforme caminamos vamos encontrando a otras personas que salen de sus escondites.
Confiados caminamos hasta llegar a la parte más alta del pueblo y entre todos decidimos continuar, pues se dice que esos seres no son resistentes al frío, se congelan. Asi que debemos llegar al lugar más alto de todos y ahí establecernos.

Hemos avanzado mucho, estamos canzados pero no podemos detenernos.
Derrepente, vemos pasar a dos personas corriendo en dirección contraria a la nuestra, después pasan otras dos y después más. Algo no esta bien.
Seguimos caminando y al poco tiempo nos encontramos de frente con un grupo de 50 personas, todas con armas y estan asustados.
Nos dicen que un gran grupo de zombis viene tras ellos. No es posible.

Después, todo se pone feo.

Nos dan armas para defendernos, nos desviamos a la derecha y llegamos a un viejo tren. Las vías tienen a ambos lados dos enormes muros de piedra de aproximamente 5 metros de altura. Nos subimos a los muros y comenzamos a caminar sobre ellos.
Todos estamos aterrados, sentimos que todo esta mal y que el peligro está muy cerca.

He perdido a mi familia, solo mi hermana mayor sigue a mi lado, la tomo de la mano y no la suelto.
Caminamos sin hacer ruido, desde arriba podemos ver a la gente que pasa corriendo y no se percata de nuestra presencia. Al poco tiempo, los vemos a ellos, los zombis.

La masa de zombis de la noche anterior era una nada a diferencia de la que vemos en ese momento. Son miles de cadáveres hambrientos, sus pasos se escuchan como uno solo, y sus rugidos son horribles.
Cuando comienzan a aparecer, todos nos detenemos, creemos que estamos acabados pero al parecer ellos no se han dado cuenta de que estamos ahí. Con mucho cuidado volvemos a movernos, no hacemos ruidos, estamos aterrados. Ellos no nos ven.
Caminamos y derrepente los zombis se detienen, se quedan muy quietos y escuchan.
Nos detenemos.
Aparentemente ellos nos oyen nada y siguen caminando.
Nosotros seguimos caminando.
Ellos vuelven a detenerse.
Nos detenemos.
Nos han descubierto.

Enseguida, los zombis se enderezan, estan atentos, es como si un lider les hubiera dado una orden y ellos se preparan.
Nosotros tambien nos detenemos, todos sacan sus armas y yo aprieto la mano de mi hermana.

Silencio, nada se escucha... y derrepente una voz dice: Son mi desayuno.
Esa voz son todos los zombis y se escucha horrible. Comienzan a moverse, nos rodean.
Ellos estan abajo pero son tantos que comienzan a subirse unos encima de otros para alcanzarnos.

Aterrados comenzamos a correr, pero ellos nos siguen.
Llegamos a donde hay un tren y sin pensarlo nos metemos. Estamos atrapados. Es el fin.
Todos cerramos las puertas y ventanas, intentamos bloquearlas. Nos quedamos quietos, se siente cómo el tren se mueve, los zombis arremeten contra él intentando entrar.
Abrazo muy fuerte a mi hermana. No sobreviviremos.

*

Ese fue mi segundo sueño. Una pesadilla, desperté alterada, sudando porque de verdad sentí que iba a morir. Cuando bajé a la sala, y mi madre me vió dijo: Qué te pasó? Te ves pálida.

El sueño de hoy, fué terrible pero no tanto por los zombis, sino que Gaby estaba ahí.

No recuerdo cómo inició.
Estaba en un bosque o algo así, rodeada de mucha gente. Todos habíamos huido de los zombis y por alguna razón nos habíamos detenido en medio de la nada.
Llevábamos algunos días ahí, cuando cientos de personas llegaron, y los zombis venían detrás de ellas.
Yo estaba con mi hermana mayor, dos amigos (de la secundaria, raro) y Gaby.
Supongo que los otros se habían perdido.

Al percatarnos del peligro, mi pequeño grupo comenzó a caminar, mis amigos iban adelante y despues nosotras tomadas de las manos.
Sabíamos que el frío congelaba a los zombis, teníamos que subir los más alto que pudiéramos.
Hubo un punto en el que apareció una camioneta donde subieron varias mujeres y niños para "salvarlos", y me decían: deja a Gaby, que se vaya con ellos, esta muy cansado.
Y en ese momento, miré a Gaby y si, se veía muy cansado pero no lo dejaría jamás, su manita apretaba la mía, tenía miedo y no quería que lo dejara.

Seguimos caminando. Los zombis llegaron por fin y muchas de las personas que estaban en el campamento murieron, intentaron correr pero muchos estaban tan cansados que no lo lograron.

Mis amigos estaban decididos a salvarnos, no se detuvieron y no dejaron que nos detuviéramos.
Subimos, no teníamos comida ni ropa caliente pero seguimos.
Solo unas 15 personas más nos siguieron, y al final logramos llegar a la punta de la montaña.
Los zombis no nos alcanzarían ahí, teníamos frío pero encontraríamos la forma de sobrevivir.
Mi hermana seguía a mi lado y Gaby, cansado se durmió entre mis brazos. Lo había salvado.


Hexe.